Imagínate

¿Te imaginas lo que puede ser volar? No volar, sino lo que puede ser. Parecido a la libertad, pensamos. Quizá, disfrutar en soledad. Pero ¿y si nos ahogamos? Para mí volar es como la felicidad, esa que no tengo ni puta idea de definir, pero que suelo mencionar. Debe ser como estar libre de cargas sobre las que andar, como la libertad de elegir el rumbo hacia un camino abierto por todos sus lados, sin necesidad de retroceder, sin fallos que cometer. El problema es que tampoco sé que es la libertad. Poder volar parece tan ligero. ¿Te imaginas lo que puede ser feliz? No la felicidad, sino poder ser feliz. Parecido a la tranquilidad, pensamos. Quizá, disfrutar todo el rato. Pero ¿y si la cagamos? Para mí ser feliz es la risa de un niño, símbolo perfecto para identificar esa sensación de tranquilidad y diversión. Creo, sin embargo, que requiere mucho más, como un grupo de símbolos que se añaden a esa risa del niño. Por ejemplo, su motivo, quién o qué la provoca, quién ...